lunes, 20 de julio de 2015

«Biografía para encontrarme», de Mario Benedetti



(...)
presagios son augurios / vaticinios
se entienden con el alma y con la lluvia
y suelen trabajar sobre seguro
no hay prestigio más fiable que la muerte

   No sé hasta qué punto Benedetti intuía que la muerte estaba tan cerca. No sé si la tentativa de jugar con ella era una de tantas, como lugar amplio y seguro, o si era cierto, si sabía (de verdad, a conciencia) que se iba para siempre y se acabó. A veces uno no quiere terminar de saberlo. En cualquier caso me parece interesante que quede ese hueco, esa duda por donde se cuele la poesía.
   Tratar de encontrarse a través de la poesía debe de ser uno de los caminos más recorridos —o pretendidos—, y quizá también uno de los qué más fracasos coseche. O eso creo. Me parece un método tan tentador como complicado, tanto más cuanto que ejercer el derecho a rastrear la propia huella puede suponer una especie de traición hacia uno mismo si no da con las palabras adecuadas y los silencios oportunos, qué sé yo.
   Benedetti hace algo así, pero lo hace con una maestría y sensibilidad íntimas y bien trabajadas. Escribió estos poemas en sus últimos años, casi como una forma de prepararse para el fin, o simplemente por hacer inventario del recuerdo.

(...)

presagios son augurios / vaticinios
se entienden con el alma y con la lluvia
y suelen trabajar sobre seguro
no hay presagio más fiable que la muerte


   De alguna forma escribe con un peso lapidario que no se observa en otros poemarios suyos. En éste la inminencia de la muerte crea un ambiente más cargado, más anciano, más ansioso, más sabio, a veces más quejoso. Escribe desde la perspectiva de haber recorrido mucho y a la vez de partir de la nada y de estar en la nada, recurriendo a la poesía como elemento que dé cuenta de ese vacío y de alguna forma lo transmita y haga a uno sentirse menos solo. Ahora Benedetti ha perdido algo de brillo en la mirada. En el fondo puede ser bueno, puede ser una forma de ver al escritor ante la literatura y la muerte sin distancias de por medio. Si se lee bien, puede ser una manera —no sé si cruel de conocerlo mejor, de ver su cara menos agradable, que aun así sigue haciendo gala de un talento genuino.

(...)
el pobre mundo seguirá rodando
lejos de nuestros párpados caídos
habrá hurtos abusos fechorías
o sea el espantoso ritmo de las cosas
(...)


   El incansable apego a la vida que antes exhibió ahora cambia de tono. Algo parece haberse roto. Alguna sensación más oscura se ha instalado de pronto. Pero supongo que está bien así, aunque a veces no lo comprendamos.


miro hacia atrás y poco veo
miro hacia adelante y es la niebla
admito que estoy entre dos vacíos
con prudencia marco bien las huellas


1 comentario:

  1. Me gusta mucho la obra de Benedetti. Éste no es el libro que más me gusta de éste autor, aunque también me parece un libro bueno, escrito por un hombre más maduro y quizás también más cansado.
    Buena reseña.
    ¡Nos leemos! :)

    ResponderEliminar