viernes, 26 de julio de 2013

«Donde el corazón te lleve», de Susanna Tamaro



Una anciana, viendo próximo el fin de su vida, decide escribir una carta (una serie de cartas continuadas) donde habla a su nieta de una forma que, hasta entonces, no había sido posible: sinceramente, desvelando los misterios de su propia vida y la de su hija (así, a su vez, la de la propia nieta). Surge así un último intento, un coletazo casi a la desesperada, de recomponer una relación fracturada y poner un final consolador a la vida de la propia remitente. La expresividad y lo ameno de la lectura hace que las páginas vuelen en nuestras manos. No es una lectura difícil; puede incluso que a ratos dé la sensación de recrearse demasiado en lo mismo o que a veces falte velocidad.  Asumo también que el objetivo del asunto no iba más allá, no peca de aspirar a algo que no alcanza.
Como decía, la lectura corre con fluidez y los detalles, experiencias, recuerdos (nostálgicos, a veces a duros, a veces más tiernos) y la cercanía de la escritura conforman una obra bastante decente.

jueves, 25 de julio de 2013

«El Principito», de Antoine de Saint-Exupéry

                                «El Principito»,de Antoine de Saint-Exupéry




Archiconocido. Parece que hablar de ciertas obras no deja de ser un acercamiento entre tantos otros, y quizá un acercamiento atrevido, alguna observación más o menos acertada, pero no novedosa; y tampoco creo que deba serlo. Así, supongo que dejando unas pocas líneas me quedo satisfecho. Es un libro apto para niños y mayores, o, mejor, casi diría de obligada lectura a diversas edades. Parece un libro infantil por la forma, pero trata temas de la vida, la amistad o de la sociedad, con metáforas y enseñanzas interesantes y de esas que conviene guardar en la mente con fuerza. El relato contiene críticas, a menudo irónicas, al mundo de los "adultos" y a las cosas "importantes", dando una visión de detalles a menudo desapercibidos que harán al lector sonreír como un crío. En esta línea, es una obra que fácilmente puede poner un paréntesis en el planteamiento de vida de cada uno, ayudar a hacer un alto en el camino y reorganizar esos criterios y actos y juicios automáticos y casi predeterminados, ponerlos en tela de juicio y re-pensarlos o re-etiquetarlos.
Sea como fuere, lo bello de muchos libros es que pueden ser interpretados de más una forma, quizá juzgarlos con más o menos seriedad, con más o menos inocencia, e ir contrastando esos enfoques con el paso del tiempo resulta inevitablemente enriquecedor.

«Historia de una escalera», de Buero Vallejo

                                      «Historia de una escalera», de Buero Vallejo


Tenemos la historia de una comunidad de vecinos a lo largo del tiempo, con cierto análisis de la sociedad, de una sociedad española de la postguerra. A lo largo de tres actos y de la mano de unos personajes definidos con precisión, vemos cómo cambian las circunstancias de los vecinos, las situaciones, las relaciones, cuál es el futuro que finalmente parece depararle a cada uno y cómo cada uno de esos factores afecta a jóvenes y adultos y viejos, cómo la comunidad moldea (¿define?) al individuo.

Creo que algo que me atrapa de esta obra es el modo de abordar una temática de este tipo; no se lanza a lo fácil, no hay un drama o por el drama o una exageración artificial y pomposa de las escenas sociales o personales; se trata todo con una habilidad que concuerda bien el análisis que quiere hacerse, que dota a la historia de un realismo muy atractivo.

Supongo que es de las obras que conviene leer varias veces en la vida, para entenderla e interpretarla desde diversos ángulos y asentir de forma cómplice y casi, casi resignada, según se mire.
Amena, entretenida e inquietante, dará qué pensar a más de uno.

Muy, muy recomendable para cualquier lector.