miércoles, 12 de marzo de 2014

«Las soledades de Babel», de Mario Benedetti




Extranjero y habitante, exilio, (des)exilio, soledad, nostalgia y esperanza, conciencia de, dignidad borgiana de la derrota, encuentro y desencuentro y reencuentro, memoria y olvido en conexión mutua, lucha social y política, tira y afloja (y yo un poco más fuerte). Lejanía, lejanía lejanía lejanía y un poco de cercanía. Es él mismo y la impostura sí que es extranjera (Otherness), avance presuroso e irónico que escapa de las sombras o se zambulle en ellas y juega y se va y viene respirando cuando conviene, y sólo cuando conviene. Alabanza a la muerte con un tango inexacto (o algo así), el casi pavoneo y no-justificación del virtuoso (que puede), el fulano que de pronto existe (Certificado de existencia) y vive en una utopía y lo sabe y se reafirma.
Pues eso, que no debe faltar en este hilo conductor de disparos en la intemperie del uruguayo.

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