miércoles, 18 de septiembre de 2013

«La casa de Bernarda Alba», de Federico García Lorca

                          «La casa de Bernarda Alba», de Federico García Lorca




Memorable obra trágica; tres actos; una casa que encarna el luto más cerrado y ostentoso junto con las ansias de romper con ello y algunas reacciones encontradas.

Bernarda queda viuda, y debe guardar el correspondiente y riguroso luto, guardar las apariencias, esa realización del costumbrismo, llevado todo ello por el qué dirán. Como señala el autor, la obra tiene la intención de un documental fotográfico en la España tradicional de principios del XX.

Cada una de las cinco hijas de Bernarda tendrán una personalidad distinta y bien diferenciada en el texto; tenemos, por ejemplo, la figura apasionada y rebelde y desbocada de Adela, que será un buen punto para el desarrollo de la historia. Tenemos el sacrificio en defensa de una libertad que se ve sesgada, sacrificio como oposición a un robo de esa esperanza que brota con fuerza en el individuo.

Es notable el simbolismo con el que juega García Lorca. Hay varios elementos de este tipo, tanto materiales como metafóricos, incluso la propia Bernarda podría ser el más fuerte de ellos, el personaje de más carácter, a su manera, motor de toda la historia (llega a escena e irrumpe con el mismo ¡Silencio! con el que cerrará la obra).

Ésta es de esas obras que nutren a base de bien. Muy recomendable.

1 comentario:

  1. Como bien dices, una de esas obras que te curten a base de bien. Gran retrato de la época y la sociedad patriarcal, cargada de retratos que te hacen transportarte a aquella época.

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