Archiconocido. Parece que hablar de ciertas obras no deja de ser un acercamiento entre tantos otros, y quizá un acercamiento atrevido, alguna observación más o menos acertada, pero no novedosa; y tampoco creo que deba serlo. Así, supongo que dejando unas pocas líneas me quedo satisfecho. Es un libro apto para niños y mayores, o, mejor, casi diría de obligada lectura a diversas edades. Parece un libro infantil por la forma, pero trata temas de la vida, la amistad o de la sociedad, con metáforas y enseñanzas interesantes y de esas que conviene guardar en la mente con fuerza. El relato contiene críticas, a menudo irónicas, al mundo de los "adultos" y a las cosas "importantes", dando una visión de detalles a menudo desapercibidos que harán al lector sonreír como un crío. En esta línea, es una obra que fácilmente puede poner un paréntesis en el planteamiento de vida de cada uno, ayudar a hacer un alto en el camino y reorganizar esos criterios y actos y juicios automáticos y casi predeterminados, ponerlos en tela de juicio y re-pensarlos o re-etiquetarlos.
Sea como fuere, lo bello de muchos libros es que pueden ser interpretados de más una forma, quizá juzgarlos con más o menos seriedad, con más o menos inocencia, e ir contrastando esos enfoques con el paso del tiempo resulta inevitablemente enriquecedor.
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